Educadora que, después de jubilar, se dedica a la actividad agrícola y de agroturismo. Desde su antigua casona patrimonial, ubicada en San Nicolás, organiza una granja educativa, donde entrega su conocimiento a los niños y familias que la visitan, a través del “aprender haciendo”. En el año 2000 se sumó al grupo de agricultores que dieron vida a la Asociación Chilena de Turismo Rural, convirtiéndose en socia fundadora y hoy directora honoraria. Apoya al hogar de niños Nuestra Señora de la Esperanza de Chillán y a la agrupación Everest de niños con TEA, a quienes invita de forma gratuita a vivir un día de campo.