En 1982, junto a su marido Livio Barnafi, construyó un laboratorio que es referente nacional en análisis clínicos. Como presidenta del directorio de Barnafi Krause, ha llevado atención de calidad a pacientes de Arica a Punta Arenas, abarcando inmunología, endocrinología, inmunoquímica, enfermedades infecciosas, oncología, toxicología, entre otras. Su rigurosidad científica le permitió obtener certificaciones únicas en Chile, como ISO 9001:2015, NCh ISO 15.189 y la acreditación del Ministerio de Salud, estándares de excelencia que distinguen su trayectoria.