Impulsora de la Fundación Antonio Farré Azorín, residencia de acogida para mujeres mayores que se ven enfrentadas a la soledad en sus vidas, y que hoy se ha posicionado como una de las mejores instituciones de la región de Coquimbo en términos de cuidados. A sus 91 años, Amanda lideró un proyecto con SENAMA que es un aporte significativo para sus residentes. Además generó convenios con universidades públicas y privadas, e institutos técnicos, siendo hoy el mejor campo clínico de La Serena en geriatría.