Llegó a Chile en 1968 como misionera, dedicándose hasta hoy, a erradicar la pobreza extrema en nuestro país. Creadora y presidenta de la Fundación Cristo Vive, que atiende a más de 30 mil personas en sus 21 centros. Debido a su labor, en el 2001 se le otorgó la nacionalidad chilena por gracia. Durante la pandemia ha tenido una im- portante labor de acompañamiento a sus vecinos de la población Quinta Bella de Recoleta. Actualmente, impulsa una campaña para incorporar en la nueva Constitución a la educación profesional en el oficio.